jueves, 15 de noviembre de 2012

VIOLENCIA EN EL NOVIAZGO


        La violencia en las relaciones de noviazgo se definen como todo ataque intencional de tipo sexual, físico o psíquico, de un miembro de la pareja contra el otro en una relación de noviazgo con el objeto de controlar o dominar a la persona. este conflicto no solo se puede dar de una persona si no que también puede ser por las dos y esto hace que la violencia sea mutua y aun peor.
Una relación con estas características suele denominarse noviazgo violento.
Comunmente en este tipo de relaciones se tiende a caer en círculos viciosos de los cuales es realmente difícil salir, puesto que el perpetrador tiende a estar arrepentido del acto cometido. Este es el motivo por el cual suele pedir disculpas, se comporta de manera cariñosa tratando de enmendar el error, alegando que no volverá a pasar o que ella lo provocó y él(ella) no quería. Aunque tiempo después, vuelva a cometer el mismo acto violento.
En la mayoría de los casos de violencia física en el noviazgo tienden a presentarse síntomas menores como el maltrato emocional o, el más común, el maltrato psicológico, pidiendo cambios ya sean físicos o conductuales que al agresor le disgusten, como puede ser el caso de la vestimenta, amistades, forma de ser, entre otros. Después de haber obtenido resultados con el maltrato psicológico o emocional pasan a el maltrato físico leve que podría ser dependiendo el caso, tirones, jalones de cabello o de los brazos, arañazos, etc. Prosiguen con el maltrato físico moderado, golpes, bofetadas, patadas, etc. Es común que este tipo de conductas sean arrastradas hasta el matrimonio donde deja de ser una agresión moderada para pasar a ser un maltrato físico crónico, corriendo el riesgo de ser golpeadas con brutalidad. al extremo de tener que necesitar atención médica, incluso provocando la muerte.
Esta temática se inscribe dentro de la violencia en las relaciones de pareja pero se limita típicamente a parejas no convivencia|convivientes, sin hijo(s) en común, no unidas por lazos económicos o matrimonio|institucionales, generalmente adolescencia|adolescentes o adultos juventud|jóvenes. En el caso de parejas heterosexualidad|heterosexuales, se inscribe dentro de la violencia de género y especialmente de violencia contra la mujer.
El concepto se ha forjado como temática de estudio específica por ser un precursor de la violencia doméstica|violencia en el contexto de un matrimonio  Esto es, estudiando los orígenes de la violencia en parejas casadas, en general mucho más grave y evidente, se llega a la conclusión de que ésta proviene de una violencia más sutil e invisibilizada en la época de noviazgo. Los esfuerzos de los especialistas orientados hacia la prevención de la violencia doméstica se orientan, en parte, hacia la detección de las primeras señales de violencia que se manifiestan en esta primera época de vida de la pareja.
Otra razón para darle importancia al tema es que es en la adolescencia cuando se aprenden las pautas de interacción que luego se extienden a la edad adulta. De aquí que si un adolescente solo vive relaciones violentas, las naturalizará y serán las únicas que tendrá en toda su vida.
La formas de maltrato se pueden clasificarse en cinco categorías, siendo estas, de la más frecuente a la menos frecuente: Psicológica, Emocional, Física, Económica y Sexual.
Psicológico
Emocional
Físico
Económico
Sexual
Individuales

  • Haber estado expuesto en la niñez a modelos de agresión inter-parentales.
  • Admitir la violencia como método de resolución de conflictos interpersonales.
  • Alto nivel de ira.
  • Consumo de alcohol o drogas.
  • Sentimientos de desesperanza o baja autoestima.
  • Mantener conductas sexuales de riesgo.
  • Formas de control del peso no saludables.
Relacionales
  • Alta tasa de relaciones conflictivas y mayor número de parejas.
Comunitarios
  • Altas concentraciones de pobreza.
  • Bajo nivel de participación comunitaria, de organización social.
  • Exposición a la violencia en la comunidad.
Relacionados con el grupo de iguales
  • Tener amigos que han sufrido violencia en la pareja.
  • Tener amigos que utilizan la violencia.
  • Dejarse manipular por ¨amigos¨ con tal de sentirse mejor que los demás.                                                              Son acciones orientadas a controlar, restringir los movimientos o vigilar a la otra persona; aislarla socialmente; desvalorizarla, denigrarla, humillarla o hacerla sentir mal consigo misma; hacer que otros se pongan en su contra, acusarla falsamente o culparla por circunstancias negativas; obligarla a ir en contra de la ley o de sus creencias morales y/o religiosas; destruir su confianza en sí misma o en la pareja. Las conductas más frecuentes son:«Decir que eres acreedor(a) de un golpe (aunque no lo lleve acabo)», «celos excesivos», «llamar varias veces al día para averiguar que está haciendo el otro», «controlar su tiempo o sus actividades cotidianas», «imponer el punto de vista», «acusar injustamente de ser infiel» o « tratar de cambiar el modo de vestir del otro».
Son actos de naturaleza verbal o no verbal que generan intencionalmente en la víctima ansiedad, temor o miedo, tal como las intimidaciones y las amenazas. Incluye las amenazas o los actos de violencia dirigidos a un familiar o a un conocido de la víctima, a sus bienes o hacia el agresor mismo, realizados con el mismo fin. Las conductas más frecuentes son: «Llegar borracho(a) a la casa a hacer escándalo», «maltrato fisico después llorar y alegar que el(ella) es el amor de tu vida y que no habra dos como el(ella)», «Romper o destruir algún bien personal del otro intencionalmente», «Amenazar con tener una relación con otra persona» y «Amenazar con hacerse daño a sí mismo(a), si el otro no hacía algo que él (ella) dijo».
Son actos sobre el cuerpo de la persona, que produce daño o dolor sobre la misma (golpes, jalones, tirones, patadas, cachetadas, pellizcos, intento de estrangulamiento, etc.). Las conductas más frecuentes son: «Apretar fuerte con intención de retener » «Golpear con una parte del cuerpo (con el puño, un pie, etc)» «Arrojar algún objeto en un momento de conflicto»
Cuando se fuerza a la otra persona a depender económicamente del agresor, no dejándola trabajar o por otros medios; ejercer control sobre los recursos financieros de la víctima o explotarla económicamente. La conducta más frecuente es: «No permitirle trabajar o estudiar u obligar a abandonar un trabajo o unos estudios que venía realizando». Son actos obligados, no consentidos por la víctima, orientados a satisfacer necesidades o deseos sexuales del victimario. Las conductas más frecuentes son: «Forzar a tener relaciones sexuales» y «Obligar a tener comportamientos sexuales que no le agradaban o con los que no se sentía a gusto».
Existen una cantidad de factores que tiene correlación estadística con el hecho de ser víctima o perpetrador de violencia, lo cual no significa que sean las causas de la violencia. Estos factores son:
Los factores relacionados con el hecho de ser perpetrador de violencia son:
Los factores relacionados con la victimización son:
Tanto para ser víctima como para ser perpetrador:



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